El viernes visitamos el Restaurant LABARRA, en la calle Urgell de Barcelona. Un sitio diferente para cenar, ya que puedes encontrar una buena tapa de bravas para chuparse los dedos, una hamburguesa de 200grs con «foie» o un entrecotte de ternera argentina a la brasa o incluso un «timbal de pies de cerdo deshuesados con patata».
Nada más llegar la chica a la entrada nos preguntó que si teníamos reserva. Al ser totalmente improvisado evidentemente no teníamos, pero la chica muy amablemente nos pasó a una mesa a cambio de dejarla libre antes del siguiente turno, que empezaba una hora y media después. Así que nos sentamos y nos pusimos a mirar la carta. Mientras, observaba el local, con una decoración cuidada y moderna (y ya no lo digo por el SMART que había en la entrada), con una separación ideal entre las mesas, que ayudaba a no interferir en conversaciones de una mesa a otra. Ambiente con luz tenue y clientes de todo tipo, sobre todo grupos.
Dos de los tres comensales decidimos pedir la misma hamburguesa: hamburguesa de ternera completa BLT (bacon, lechuga y tomate), mientras que yo mismo me decidí por la hamburguesa de ternera con foie y manzana, también de 200grs. Por lo visto ninguno de los tres hemos hecho mucho caso del aviso de la OMS…
Mientras pensábamos que comer, entre dos camareros nos sirvieron las bebidas. No que se necesitaran dos personas, solo que una nos preguntó y otro chico vino con las bebidas. Muy rápido, sin esperas. Dudamos si pedir algo de picar mientras esperábamos las hamburguesas, pero en unos 10 minutos (tal vez incluso menos), las teníamos en la mesa. La presentación curiosa: un recipiente similar a las cajas de cartón de un McDonals, abierto y con las patatas fritas puestas en uno de los compartimentos, mientras el otro lo ocupaba la espectacular hamburguesa.
Las patatas nada que ver con lo que te sueles encontrar por ahí. Patatas cortadas con máquina, pero no congeladas. Y eso se nota cuando te las comes. Tal vez algo aceitosas, por poner una falta al local… La hamburguesa per-fec-ta. Las BLT están muy bien, pero la textura del foie y la manzana, junto al sabor y jugosidad de una hamburguesa de ternera como toca, hacen una experiencia brutal de algo tan simple como comer una hamburguesa.
¿Comida rápida? Tal vez sí, pero la verdad es que en LABARRA la comida rápida tiene otra definición. En cuanto al precio, las hamburguesas estaban entre los 10 y los 12 euros (insisto en que eran de 200grs y que la de 12€ llevaba foie) y la Coca-Cola o la cerveza en 2,50€. Así que los tres cenamos bien por poco más de 44€. Valoración final: ¡¡volveremos!!